2022 será un año importante para la industria del envase de cartón. Estamos en un cambio de etapa, un punto de inflexión en el que las empresas de nuestro sector deben dar un paso adelante y cubrir aquellos nichos en los que el plástico está más cuestionado: sobre todo en lo relacionado con los productos de un solo uso y los envases.
Después de presentar las bolsas de papel y de cartón como alternativa sostenible a las de plástico a partir de la aplicación del Real Decreto de reducción del consumo de bolsas de plástico (desde el 1 de julio de 2018) la nueva estrategia europea de plásticos y las nuevas normas comunitarias para reducir la cantidad de basuras marinas son una clara apuesta por el cuidado del medio ambiente y una oportunidad que la industria del papel y el cartón no debe dejar pasar.
Y no solo como oportunidad de negocio, sino porque nuestro sector puede ofrecer alternativas sostenibles y reciclables, perfectamente alineadas con los valores de la economía circular. El papel y el cartón son parte de la solución para poner freno a la contaminación de mares y océanos y no parte del problema: utilizamos recursos renovables procedentes de bosques gestionados de forma sostenible y tenemos una de las tasas de recuperación y reciclaje más altas de Europa.
Los planes de los supermercados para abandonar los plásticos.
Con motivo de la aprobación del Real Decreto que limita el consumo de bolsas no biodegradables en España, analizamos las estrategias de futuro en esta materia de cinco importantes cadenas de distribución.
Hace una década, cada ciudadano español consumía de media la friolera 317 bolsas de plástico al año. En 2014, esta cifra se había reducido a 144. Es indudable que la sensibilización hacia el uso excesivo de este derivado del petróleo está calando en la sociedad. Pero todavía hay mucho camino que recorrer. Se estima que cada año llegan a los océanos entre 5 y 13 millones de toneladas de este material, cuya presencia en los ecosistemas marinos afecta a más de 550 especies de fauna, e indirectamente al ser humano, al entrar en la cadena alimentaria a través del pescado que consumimos. Una parte muy importante de esta basura marina corresponde a bolsas de plástico, que solo se utilizan durante 12 a 25 minutos de media, pero tardan entre 100 y 500 años en descomponerse totalmente.
En este sentido, la reciente aprobación del Real Decreto sobre reducción del consumo de bolsas de plástico por parte del Consejo de Ministros supone un punto de inflexión. En virtud del mismo, a partir del 1 de julio de 2018 se deben cobrar todas las bolsas, tanto en los grandes almacenes como en los comercios minoristas y la distribución por internet. Además, a partir del 1 de enero de 2022 se prohibirán las bolsas de plástico ligeras y muy ligeras (exceptuando las compostables, que se gestionarán conjuntamente con la fracción orgánica presente en los residuos municipales).
Supone un gran paso en términos de responsabilidad medioambiental: el cartón es 100% reciclable